20090121

LOLOTA ( PARTE III )




Le gustaría encontrar un método seguro e infalible para suicidarse.

Estuvo pensando en arrojarse frente a un camión de los azules, pero nada mas de imaginar su cara cuidadosamente maquillada arruinada con la sangre y los sesos en la defensa del autobús, se estremeció y descartó ese método. Imaginó minuciosamente la escena, su cuerpo desparpajado, sus zapatos caros sin quien lamente que haya muerto una mujer con tan buen gusto, la falda hecha tirones dejando ver sus lindos calzones que nunca estrenó con un hombre, unos calzones que no se deslizaron delicadamente por sus muslos y nunca estuvieron en las manos de un hombre sofisticado, de gustos exquisitos que entre poemas y vino haya encendido sus pechos, sus pechos que ella consideraba redondos dulcemente blandos y firmes, dispuestos a ser recorridos con la boca y la lengua con los ojos, con las manos. Suspiró y miró en el espejo sus pezones encendidos. Mientras pone pasta dental en su cepillo atraviesa la sala y escoge un disco compacto. Escuchar a la Cyndi Lauper le trae buenos recuerdos, la música que oye es como el conjuro que trae una cascada de imágenes del pasado. Y al ritmo de Girls Just Want to Have Fun mueve graciosa el trasero, se cepilla con fuerza y usa litros de enjuague bucal para hacer desaparecer el aliento a cirrosis crónica.

Apenas han transcurrido 30 minutos desde que se levantó de la cama el tiempo corre con más prisa que sus pensamientos las ánimas del pasado se le estacionan dentro de los brazos, habrá que meterse a la regadera y con el agua fría espantar la melancolía organizando mentalmente la agenda del día y dejar los recuerdos para algún fin de semana de bares y cervezas, para cuando las avenidas sean pequeñas y no quepa en ellas su nostálgico corazón.


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