20090206

La Lolota parte IV


A Dolores la despertó la necesidad imperiosa de orinar, es media noche, alcanza a escuchar los ladridos de los perros que adornan la oscuridad y le dan un tono más siniestro, su abuela le dijo que los perros ladran para espantar la muerte, e imagina a un ser cadavérico cargando una guadaña afilada asechándola. Salta de la cama y apretando la vejiga corre al baño. En el camino se tropieza con el armazón donde guarda la ropa y algunos cachivaches de valor sentimental, se golpea el dedo medio del pie y enojada, se baja los calzones exhalando ays de alivio y de dolor,escucha el chorro tibio y rancio de sus miados amarillos tan amarillos, que piensa que las neurosis ya se le clavaron en el riñón, en la vejiga, en las vías urinarias que se le irritan con tanto alcohol, se consuela pensando que se irán por el caño, suspira anhelando que lo mismo pase con los recuerdos.

En la cama con un curita rodeándole el dedo medio del pie intenta dormir, las sabanas están frías y el techo rencoroso le muestra las imágenes de sus días pasados. Noches de sexo con su marido, la bata color durazno, los calzoncitos sexys que no volvió a usar, los besos y las caricias que su cuerpo ha ido olvidando con el paso de los años y otros hombres que la dejaron mas sola que un divorcio.

Con la boca seca y los pies solos, se aguanta las ganas de tomar agua, por que no quiere que se le espante el sueño, sin aceptar que el insomnio ya se le clavo en los ojos. Y esta será una noche mas de roer recuerdos de querer amedrentarlos a fuerza de apretar los dientes, de revolverse en las cobijas, de morderse las uñas y contar borreguitos sindicalizados.

Los pensamientos le abren muchos caminos, las almohadas no suplen otro cuerpo, da vueltas de izquierda a derecha cerrando los ojos queriendo atrapar el sueño.

Lolota, desesperada, llega a la conclusión que la causa de su padecimiento crónico es la cama demasiado grande para una mujer que duerme sola,

sin un ejemplar masculino, tibio, limpio, oloroso, apasionado que ocupe ese territorio indivisible que desde hace mas de 4 años esta vacío. Piensa que es verdad, una cama matrimonial es para los matrimonios, seguramente el papa Benedicto duerme solo y por lo tanto en una cama individual, seguramente también el cura que la confiesa los fines de semana, la Madre Teresa de Calcuta, al igual que los jugadores de fútbol cuando los concentran antes de un partido. Vino a su mente aquella tía que murió soltera y quiso recordar como era su cama pero por más que se esforzó solo tuvo memoria de la colcha tejida que siempre pulcra cubría la cama. La imagen bien humorada de la tía platicadora y coqueta le bañó los ojos de frescura, suspiró por ella y quiso continuar haciendo una lista de personas solteras que era seguro que usaran una cama individual, las estrellas y la luna se ocultaron. Comenzó a escuchar el canto tímido de algunos pájaros.

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