20090114

DONDE ESTA MAMA?


Y el Amor vendrá a encontrar-me un día...
Tendrá tu mirada, tus brazos, tus ojos y tu boca.
Mamá!



Hoy me desperté con esa costumbre inconsciente de recordar, quise llamar a mi padre y preguntarle ¿Dónde esta Mamá? Imaginé mis manos buscando dentro de mi bolso negro y viejo, el trocito de papel donde anoté su número de teléfono, todavía en la cama imaginé como estaría sentado. Seguramente en la esquina de la cocina de casa de mi hermana. Tomando café, escuchando la radio con su pantalón limpio, la camisa clara y bien planchada, recién afeitado, atento a las noticias del programa de radio de Roció Galván, escuchando con paciencia. Imaginé a mi padre, quieto, moreno, con la cicatriz que tiene bajo la barbilla, frente a la taza de café que humea románticamente y le da un aspecto de nostalgia muy al estilo de Humphrey Bogart.

Mi Padre en su pose acostumbrada del Dr. Gachet, el personaje pintado por Van Gogh, aparece en tonos azules con una gorra de marinero y en una actitud de verdad apática descansa la cara sobre su puño, con la otra mano toca ligeramente una rama de flores violetas , la desesperanza, la abulia, la indiferencia, en un retrato que Van Gogh dejó como testimonio adelantado de la milonga de contemplar la vida, y representa fielmente a Don Emilio mi padre

Imaginé mis dedos ya sin las uñas acrílicas marcando su número, el timbre insistente de su teléfono sonando, mi apá se pone de pie y contesta con su acento tapatío: Bueno, y yo sin mas, le pregunto: ¿Dónde esta mamá? Con el enorme deseo con la esperanza absurda de que ella no está muerta y el responda: ahorita te la paso Aida, se que eso no será posible. Y aún así quiero marcarle y preguntarle por ella. Anhelando que mi padre me responda que mi madre está en el patio de atrás tendiendo la ropa, escarbando la tierra de las macetas, dándole de comer a sus pericos, fumando bajo el sol o quizás me diga que se fue por el pan. Se que no lo dirá, ella no estará ahí jamás, por mas que la busque no podré encontrarla.

Entonces el tono incoloro de mi voz cambiaría a inquisitivo y le preguntaré a mi Jefe: ¿se murió de amor mamá? ¿O de desamor? Y se que el tendrá la respuesta pero la atrapará antes de salir de su boca y en la garganta se le hará un doloroso nudo, quizás se le llenen de lágrimas los ojos, y sienta un dolor agudo en los intestinos y venga a él un torrente rápido de imágenes de mi madre, mi madre en su juventud, mi madre cantando, mi madre bailando, mi madre cocinando, mi madre como gallina abrigando a sus hijos bajo su ala, mi madre con los ojos cerrados en un cajón rosa, mi madre con puños de tierra con los que la cubren sus hijos, mi madre que nos dice adiós y nos llena de silencio.

1 comentario:

  1. No cabe duda que estás usando el corazón al escribir....

    Saludos,

    J.

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